Comprender el valor temporal de los sonidos en la escritura musical

Introducción

En el universo de la música escrita, así como existe un sistema gráfico para representar la altura de los sonidos (el pentagrama y las notas en él), existe también un lenguaje visual para indicar su duración en el tiempo. Este lenguaje está constituido por las llamadas figuras rítmicas.

Las figuras rítmicas son símbolos gráficos que indican cuánto tiempo debe durar un sonido. Son el corazón del ritmo musical escrito, y nos permiten organizar el flujo temporal de la música, establecer patrones, acentos y silencios.

Este artículo se centrará en las cuatro figuras fundamentales que constituyen la base del aprendizaje de la lectura rítmica: la redonda, la blanca, la negra y la corchea. Comprender su valor, su grafía y su función en el contexto de un compás es clave para avanzar con solidez en la lectura musical.

¿Qué es una figura rítmica?

Una figura rítmica es una convención gráfica que expresa la duración relativa de un sonido respecto de una unidad de tiempo, que suele estar determinada por el pulso musical (el «beat»).

Es importante notar que estas figuras no indican la altura del sonido (eso lo hace la posición en el pentagrama), sino cuánto debe durar ese sonido. Cada figura rítmica tiene una forma gráfica particular y un valor de duración específico en relación con las demás figuras.

“Cinco primeras figuras rítmicas básicas: redonda, blanca, negra, corchea y semicorchea, ordenadas de mayor a menor duración”.

Relación entre figuras: sistema proporcional

Las figuras rítmicas se organizan en un sistema proporcional binario. Esto significa que cada figura se divide en dos de la siguiente más breve. Por ejemplo:

Este sistema permite una organización clara y predecible del ritmo, y es uno de los motivos por los cuales la notación occidental ha sido tan eficaz para representar músicas de diferentes épocas y culturas.

Comprender estas proporciones es esencial para poder leer, escribir y ejecutar correctamente una partitura.

La redonda

La redonda es la figura de mayor duración entre las básicas. Representa un sonido que se sostiene durante cuatro pulsos en un compás de 4/4.

Forma gráfica:

Valor relativo:

Función expresiva:

“Redonda: sonido largo que se mantiene durante cuatro pulsos regulares marcados por el metrónomo”.

La blanca

La blanca es la figura que representa la mitad de la redonda. Es decir, dos blancas equivalen a una redonda.

Forma gráfica:

Valor relativo:

Función expresiva:

“Blancas: sonidos sostenidos durante dos pulsos cada uno, marcados por el metrónomo”.

La negra

La negra es la figura unidad de pulso por excelencia en la mayoría de los compases simples (como el 4/4). Es la figura más común en la música occidental, tanto clásica como popular.

Forma gráfica:

Valor relativo:

Función expresiva:

“Video mostrando la ejecución de negras, una por pulso, con metrónomo visual y auditivo”.

La corchea

La corchea es la figura que representa la mitad del valor de la negra. Es decir, en un solo pulso caben dos corcheas.

Forma gráfica:

Valor relativo:

Función expresiva:

“Serie de corcheas ejecutadas con claridad, dos por pulso, sobre metrónomo a 60 bpm”.

Comparación entre todas las figuras

Para interiorizar estas proporciones, es útil verlas y escucharlas en simultáneo. Observar cómo una figura se puede dividir en otras más pequeñas permite al estudiante anticipar la subdivisión del tiempo y desarrollar una percepción rítmica más aguda.

“Video comparativo que muestra el valor temporal de redonda, blanca, negra y corchea, con ejemplos auditivos”.

Aplicación en FRASES reales

Finalmente, es importante que estas figuras se vean en contexto: dentro de frases reales. A continuación, se presenta un compás de 4/4 completo utilizando cada una de las figuras:

“Ejemplos de frases en 4/4 usando distintas figuras rítmicas. Cada figura ocupa la totalidad del compás según su duración”.

Cierre: leer ritmo es leer tiempo

Dominar las figuras rítmicas es comprender el esqueleto temporal de la música. Así como leer las alturas en el pentagrama nos permite saber qué notas tocar, leer las figuras rítmicas nos dice cuánto tiempo sostener cada una.

El entrenamiento auditivo, visual y kinestésico debe trabajar en conjunto: ver la figura, escuchar su duración y ejecutarla físicamente (cantando, tocando, o marcando con el cuerpo). De este modo, la lectura musical se convierte en una lectura viva y consciente del tiempo.

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