
Una guía profunda para comenzar a transformar la armonía desde el interior de la tonalidad
Introducción
La reharmonización es una de las herramientas más poderosas, creativas y expresivas dentro del lenguaje del jazz. A través de ella, un mismo tema puede adquirir nuevas sonoridades, tensiones, direcciones y significados emocionales. Rearmonizar es volver a mirar la armonía de una melodía desde otro ángulo, cambiar el fondo sin tocar la figura, resignificar el contexto que sostiene una idea musical.
En esta primera entrega de nuestra serie sobre reharmonización, nos concentraremos en los recursos diatónicos: aquellos que se basan en la tonalidad original de la pieza y en sus funciones tradicionales. Lejos de ser simples o limitados, estos caminos ofrecen una riqueza sorprendente y constituyen el punto de partida necesario para dominar las transformaciones armónicas más complejas que vendrán en artículos posteriores.
1. ¿Qué es la reharmonización?
La reharmonización consiste en cambiar los acordes que acompañan a una melodía sin modificar la melodía misma. Es una práctica común en el jazz, pero también ha sido utilizada en la música popular, el soul, el gospel, el funk, el cine y la música contemporánea en general.
Al reharmonizar, se pueden:
- Sustituir acordes por otros con función similar.
- Insertar acordes nuevos entre los existentes.
- Cambiar el modo (mayor/menor).
- Alterar funciones armónicas.
- Introducir tensiones, colores y transiciones inesperadas.
El objetivo puede ser enriquecer, dramatizar, suavizar o complejizar el discurso musical, según el efecto buscado. Y como todo lenguaje, se desarrolla en niveles: comenzando por lo diatónico, lo funcional, lo interno al sistema tonal.
2. Rearmonización diatónica pura
La primera etapa de la reharmonización es mirar dentro del sistema tonal. En la tonalidad de Do mayor, por ejemplo, tenemos los siete grados tradicionales:
Grado | Nota fundamental | Acorde (tríada) |
---|---|---|
I | Do | Do mayor |
ii | Re | Re menor |
iii | Mi | Mi menor |
IV | Fa | Fa mayor |
V | Sol | Sol mayor |
vi | La | La menor |
vii° | Si | Si disminuido |
Cada uno de estos acordes tiene una función armónica en relación al centro tonal (tónica), y puede ser intercambiado por otro acorde con función similar.
a. Sustituciones funcionales dentro de la tonalidad
- I ↔ vi ↔ iii
Estos tres acordes tienen notas en común y pueden alternarse como funciones cercanas a la tónica. Son llamados relativos funcionales.
Ejemplo: en lugar de | C | C | se puede hacer | Am | Em | - ii ↔ IV ↔ vi
Todos con cierta relación subdominante. El ii menor se puede sustituir por el IV mayor o incluso por el vi menor en contextos suaves.
Ejemplo: en lugar de | Dm | G | C | se puede usar | F | G | C | - V ↔ vii°
El acorde disminuido vii° funciona como una versión suavizada del V7, y puede usarse como sustitución o como paso.
Ejemplo: | G | C | → | Bdim | C |
b. Progresiones típicas que pueden reharmonizarse diatónicamente
- Cadencia I–vi–ii–V
- Cadencia IV–V–I
- Movimiento circular: I–IV–vii°–iii–vi–ii–V–I
En todos estos casos, podemos reemplazar acordes por otros del mismo campo, rotar posiciones, extender secuencias o insertar acordes intermedios sin salir de la tonalidad.
3. Intercambio modal: el color de la tonalidad paralela
Uno de los recursos más utilizados en el jazz moderno y en el pop sofisticado es el intercambio modal, también llamado modal mixture. Esto implica tomar prestado un acorde de la tonalidad paralela. Por ejemplo:
- En Do mayor, la paralela es Do menor.
Podemos tomar acordes como: iv (Fm), bVII (Bb), bIII (Eb), bVI (Ab).
Este procedimiento agrega un color emocional nuevo (nostalgia, misterio, dramatismo) sin requerir una modulación formal.
Ejemplos típicos:
- Sustituir IV (F) por iv (Fm)
- Sustituir V (G) por bVII (Bb)
- Insertar bIII (Eb) como acorde sorpresa en un puente
- Usar bVI (Ab) como preparación cromática hacia G7
Esto puede aplicarse tanto con acordes menores como con sus versiones séptima o con tensiones (ej: Fm7, Bbmaj7, Eb7#11).
4. Sustituciones diatónicas por grado conjunto
Otro enfoque diatónico más mecánico y técnico es el uso de movimientos por grado conjunto, tanto en el bajo como en las voces internas.
Ejemplos:
- Progresión por grados consecutivos ascendentes o descendentes:
| C | Dm | Em | F | G | Am | Se construyen secuencias suaves, donde cada acorde fluye hacia el siguiente con mínimo movimiento. - Progresión por cuartas dentro del campo armónico:
| C | F | Bdim | Em | Am | Dm | G7 | C | Esto genera una sensación de “circularidad funcional”, como un mini-ciclo de quinta en contexto diatónico.
Este tipo de recursos es especialmente útil cuando el alumno busca reharmonizar sin salir de la tonalidad, pero incorporando movimiento y desarrollo armónico.
5. Conclusión
La reharmonización diatónica no es un recurso “básico” en el sentido de ser simple o rudimentario: es una estructura fundacional sobre la cual se apoya gran parte del lenguaje jazzístico, tanto tradicional como moderno.
Dominar las funciones armónicas, los acordes diatónicos y sus relaciones internas permite crear rearmonizaciones sutiles, elegantes y profundamente expresivas. Incluso sin salir del sistema tonal, ya es posible transformar un tema completamente, generando versiones alternativas, más ricas, más suaves o más tensas, según se desee.
En el próximo artículo, avanzaremos hacia terrenos más audaces: el mundo de las reharmonizaciones interválicas, cromáticas, simétricas y cíclicas. Veremos cómo alterar la armonía no sólo desde la función, sino también desde la distancia y el color.